La curiosidad innata de una niña llevó a Jenny a fijarse en la Yashica Electro 35 de su padre cuando todavía no había cumplido los 10 años. Aquellos sonidos intrigantes, la promesa de capturar momentos mágicos y la idea de tener el poder de detener el tiempo, conservando la belleza de la vida en un recuerdo con forma de imagen, marcaron un antes y un después con aquel descubrimiento.

Con el paso de los años, Jenny fue creciendo y encontrando cada vez más oportunidades para utilizar la Yashica. Descubrió que tras cada «click» se escondía una historia única, una emoción congelada en el tiempo. Así fue como nació su amor por la fotografía, una pasión que la llevó a convertirse en la gran fotógrafa que es hoy.

Henry Cartier-Bresson decía que un buen fotógrafo debe hacer «click» con las personas antes que con la cámara. Jenny personifica esta idea, irradiando alegría y contagiosas ganas de trabajar en equipo. Su naturalidad hace que quienes la conocen se sientan especiales a su lado desde el primer momento.

Su carácter cálido y cercano no está reñido con una profesionalidad impecable. La permanente atención que pone a los detalles y su compromiso con los resultados finales garantizan un trabajo sublime. Siempre atenta a lo que ocurre a su alrededor, no deja escapar ningún instante digno de ser capturado.

Ese compromiso y la calidad de sus imágenes son solo una parte de lo que la hace esencial para el equipo. Su presencia no solo aporta habilidades fotográficas excepcionales, sino que también representa un pilar sólido en todos los aspectos logísticos y organizativos del equipo.

En cada boda o evento mantiene el flujo de trabajo sin problemas, asegurando que cada detalle esté cuidadosamente planeado y ejecutado. Su capacidad para anticipar las necesidades y resolver cualquier desafío técnico o logístico nos permite abordar cada proyecto con confianza y tranquilidad, por exigente que éste sea.

Este ambiente de trabajo armonioso y colaborativo nos permite enfocarnos mejor en capturar momentos únicos y significativos. Su contribución va más allá de lo fotográfico, haciendo que cada experiencia sea memorable y satisfactoria, tanto para el equipo, como para nuestras parejas.